A un especialista en la problemática ministerial le resultaba significativo en 1974 que en una obra de las proporciones y de las calidades de El Ministerio y los Ministerios según el Nuevo Testamento "ninguno de los autores se hubiera atrevido a pasar de la palabra "presbítero" a la de "sacerdote". A su propio "por qué?" respondía Sesboüé que "volver a situar el término "presbítero" dentro de los múltiples sentidos del ministerio cristiano es una exigencia de retorno a las fuentes y de autenticidad".