Los ecosistemas le proporcionan a los seres humanos una cantidad de bienes y servicios (tangibles e intangibles) que le permiten vivir como lo hace hoy en día. Sin embargo, la población creciente demanda cada vez más recursos naturales y en muchos casos las actividades antrópicas ponen en peligro la provisión de dichos servicios. Este es el caso de los ecosistemas altoandinos de Colombia, en donde la ocupación humana y las actividades agropecuarias han afectado los nacederos y cuerpos de agua amenazando la disponibilidad del recurso para las poblaciones que dependen de este.