La pregunta por las relaciones entre el sujeto y la verdad, no debe entenderse como dos ámbitos por separado, sino más bien como las dos caras de una misma moneda. Asunto que Foucault no dejó de reformular hasta la saciedad, y que es uno de los puntos fundamentales de mi trabajo de grado titulado “De la génesis del homo confessor: aproximaciones para una genealogía de la confesión en la obra de Michel Foucault” . Así es que, en mi trabajo de grado busco recuperar las diversas vicisitudes de la categoría de la «confesión» que se esbozan en la obra de nuestro filósofo, teniendo como hipótesis central esta noción en tanto clave genealógica para comprender el tipo de lazos con la verdad que definen al sujeto en el mundo occidental. Cabría señalar, así, la tesis principal que se trató de argumentar, y que consistió en demostrar cómo: el corte que efectuó el cristianismo en las relaciones entre el sujeto y la verdad, fue lo que conllevó la puesta en juego de todo un conjunto de técnicas gubernamentales que cimentaron las bases para el tipo de régimen de verdad, donde el hombre se constituye en un animal confesante, en un homo confessor.