Desde hace tiempo atrás el tema del consumo de tabaco a nivel mundial está tomando un giro diferente, de ser una práctica socialmente aceptada se está convirtiendo en un fenómeno poco admisible. Este proceso de cambio no se ha presentado de forma voluntaria, sino a través de una serie de estímulos como han sido las regulaciones que se han impuesto en la sociedad con el fin de protegerlas contra los efectos negativos del consumo de tabaco y exposición al humo de tabaco, considerados un problema de salud pública. En el caso de Colombia, la creación de estas regulaciones se ha presentado a través de arduos y complejos procesos de toma de decisión, en el cual se puede observar el papel tan importante que juegan ciertos actores y sus posiciones en la decisiones que se han tomado finalmente en el asunto. Esto permite vislumbrar un poco el trasfondo de las políticas de salud pública del país y la trascendencia que tienen para el gobierno nacional.