dc.description.abstract | La teología moral enfoca su mirada en la experiencia humana que es el obrar del hombre, y desde allí logra descubrir que ese obrar tiene un fundamento, una base que le orienta y le hace comprender el porqué de su actuar. Ese fundamento es Dios mismo, quien se revela y espera que el hombre le dé una respuesta positiva para así establecer una relación mutua, que poco a poco va creciendo y se va fortaleciendo gracias a la fe. Esa experiencia humana no sólo se produce a nivel de pensamiento o palabra, es gracias a la categoría cuerpo que el hombre descubre todo lo que hay a su alrededor y en ello a Dios. Allí, en ese experimentar, la teología moral se da cuenta que el cuerpo puede ser visto y comprendido como algo más que un simple objeto, como un auténtico y verdadero cauce, sitio, lugar, el cual refleja la estrecha relación que existe entre Dios y el hombre dándole así coherencia, sentido y razón al obrar humano, que ha de estar siempre enfocado hacia el bien propio y común. Esa mirada de la teología moral es provocada por Juan Pablo II, quien a través de su ?teología del cuerpo? abre el horizonte de comprensión para que la teología, puntualmente la teología moral, vea al cuerpo como el lugar escogido por Dios para participar en la vida humana haciendo que sea respetado y valorado tal como lo hizo Jesús de Nazareth, quien en todo momento mostró la perfecta unidad cuerpo-alma, Dios-hombre. Una vez identificado el cuerpo como el lugar de participación divina la teología moral tiene el reto de convertirse en una pedagogía del cuerpo, es decir, que su mirada no ha de estar puesta en normas que juzgan y discriminan, sino en hacer que ese cauce llamado cuerpo sea comprendido y orientado de tal manera que el obrar humano se realice con sentido, razón y dé una verdadera identidad, logrando así crear una conciencia que además haga de la conducta del hombre una perfecta armonía con el actuar de Cristo, que finalmente es el actuar de un Dios padre y madre que acoge e invita a construir un mundo más justo, más humano y más unido. | spa |