La consolidación del ejercicio de los derechos de las minorías sexuales es uno de los retos de mayor vigencia. El autor sostiene que en un Estado Constitucional los principios de igualdad y no discriminación deben irradiar todos los ámbitos de ejercicio del poder público, incluyendo el pensum de estudios básicos en materia de sexualidad. Siendo la educación una piedra angular en la formación del individuo, su constitucionalización se vuelve imperativa para asegurar la ruptura del orden normalizador en lo sexual que es una fuente para el desarrollo de estructuras segregativas. En este artículo se propone como caso de estudio el pensum educativo ecuatoriano y la posibilidad de controlar mediante una acción judicial la constitucionalidad del pensum escolar.