Description
El proyecto desarrolla un Sistema de vivienda rural productivo eco-sostenible que responde a las necesidades del paisaje cafetero para la población rural de 15 veredas del municipio de Dolores Tolima. El sistema se ejemplifica en la Vereda San Andres, debido a su localización estratégica como eje de referencia para el desarrollo a futuro del proyecto en las veredas aledañas, gracias a que permite la única conexión vial entre la cabecera del municipio y catorce veredas más, así mismo se propone una red de apoyo veredal multidisciplinar que de manera colectiva integre dinámicas comerciales, de intercambio o trueque.
El sistema de vivienda se desarrolla respondiendo a las problemáticas multiescalares a las que se encuentra expuesto. Bajo el contexto mundial, respondiendo a la crisis medio ambiental, con estrategias que no solo mitiguen el impacto humano trascendiendo la sostenibilidad, por medio de un impacto positivo-activo potencializando la producción de servicios ecosistémicos. Generar abonos naturales producto del tratamiento de desechos orgánicos que fertilicen el suelo, proporcionar espacios adecuados para agentes polinizadores, iniciativas de reforestación que contribuyan con la regulación del ecosistema. Sumado a estas iniciativas la vivienda se desenvuelve de manera sostenible generando el menor impacto ambiental posible, con estrategias pasivas de diseño que aprovechen los recursos naturales, como ventilación e iluminación y estrategias activas de captación, tratamiento y almacenamiento de agua, construcción con materiales biodegradables o reciclados.
Para “volver al campo” es necesario implementar medidas que disminuyan la actual brecha entre lo rural y lo urbano y potencializar el desarrollo de la economía campesina. La nueva ruralidad se presenta como una respuesta teórica-conceptual a las múltiples problemáticas que afectan las dinámicas actuales, donde lo rural aparece revalorizado frente a la crisis ambiental y la economía campesina se establece como fundamento para el desarrollo sostenible. El proyecto responde a esta nueva tendencia por medio de alternativas económicas que contemplen dinámicas del sector agropecuario y actividades del sector secundario y terciario. Teniendo en cuenta la vocación y tradición cafetera de la región se responde específicamente a las necesidades de producción, almacenamiento, comercialización y manejo de residuos del café, apoyado en sistemas actualmente establecidos por el gobierno.
De acuerdo con las dinámicas que se desarrollan en la vivienda campesina, se establece dos modelos de hábitat rural diferenciados formalmente por su localización geográfica. La vivienda rural en el contexto del asentamiento se desarrolla asociada con otras formando redes de convivencia, enmarcados en un hábitat productivo disperso, comúnmente dependiente de predios alejados de la vivienda que obligan a la constante migración interna. Estas determinantes establecen parámetros de diseño que respondan a la necesidad de espacios colectivos desde la vivienda retomando las tradiciones de manera espacial jerarquizando zonas como el zaguán o sala de estar, complementándolas con espacios alternativos destinados para la producción en el sector secundario o terciario.
La vivienda en el contexto denominado rural disperso, se desarrolla de manera nuclear siendo capaz de suplir las necesidades básicas de la vivienda, la producción agropecuaria se extiende en predios de mayor tamaño que posibilita la industrialización o semi industrialización consecuencia de la nueva ruralidad. Debido a que el habitar se genera en su mayoría en torno a la productividad agropecuaria las necesidades espaciales responden a su vocación de empresa agrícola, donde prima el adentro como el afuera con limites difusos entre estos, la propuesta contempla espacios de producción, almacenamiento y tratamiento de la materia prima, como beneficiaderos de café, paseras o marquesinas para el secado y depósito, así mismo áreas para las labores pecuarias como porquerías, conejeras, establos, corrales, lagos o galpones de acuerdo a las preferencias particulares familiares. Estrategias de rotación de cultivos, diversificación de especies y establecimiento de cultivos de permanencia y transitorios, dinámicas que conforman el paisaje de la vivienda.
Conservar la tradición local implica entender el impacto del habitar campesino en el lenguaje que posee la vivienda espacial, funcional y estéticamente jerarquizando de acuerdo con los modos de vida. El patio infinito representa el espacio inherente de la vivienda como marco al paisaje y gestor de dinámicas que construyen el núcleo familiar.
Sin embargo, existen problemáticas y oportunidades que se replican en ambos tipos de vivienda, la heterogeneidad de la población y conformación de núcleos familiares varía de acuerdo con los modos de vida y proyecciones de crecimiento económico y cuantitativo Plantas libres, estructura modular, concepto de cerramientos móviles y adaptables, espacios flexibles, que contemplen desde la etapa de diseño el crecimiento progresivo de la vivienda.