En este artículo, que pretende alejarse del discurso sentimental que ha caracterizado la reflexión sobre el bolero en Colombia, se estudia este género musical como un producto cultural asociado a la industria discográfica, a la radio y el cine. Combinando la investigación de archivo con datos recogidos en algunas entrevistas, la autora explora la recepción y el consumo del bolero en Medellín entre 1930 y 1950 para analizar las prácticas de escucha a través de las cuales el género se arraigó en el gusto popular. El argumento central del texto es que el consumo del bolero en un principio sirvió para articular los valores y prejuicios de la sociedad local, ya que para las clases medias—la audiencia que quería seducir la industria radial—el bolero representaba un modelo de cosmopolitanismo latinoamericano.