dc.description.abstract | En perfecta unión y prolongación con la misión salvífica de Jesús, desde los inicios de la Iglesia, la novedad en el anuncio y la vida en el Evangelio ha tenido como finalidad, invitar a la humanidad a relacionarse, favoreciendo un camino de comunión, que debe estar enmarcada por los principios de misericordia y justicia; convirtiéndose este anuncio en un acto que lleva a participar en la vida misma de Dios. Este aporte, que proviene del análisis de las realidades que afrontan hoy las familias, amplían el horizonte y favorecen una reflexión que debe ser orientada hacia la construcción de caminos y espacios, que reivindiquen el valor y la participación de estas personas que se encuentra en “situación irregular” llamadas también, desde un lenguaje más incluyente como situación particular. La Iglesia, debe seguir interrogándose y emprendiendo nuevos caminos de reflexión, que evoca al ejercicio de acciones pastorales enfocadas en el rescate, la reparación y el fortalecimiento de estas comunidades de vida. Por tal motivo, es indispensable, volver e insistir en una acción pastoral vivificadora, que invita y posibilita a que toda la comunidad parroquial, sea respuesta asertiva y positiva, frente a estas realidades de la familia actual. El momento presente exige un renovado compromiso frente a las posturas y lineamientos que dirigen la pastoral parroquial hoy, de igual modo, una intervención más cercana bajo los lineamientos de justicia y misericordia que integren, valoren y vitalicen el ser y hacer de estas personas en la Iglesia y en
la sociedad. | spa |