Juan Manuel Santos durante su gobierno (2010-2018), marcó un punto de quiebre respecto al de Álvaro Uribe (2002-2010), quien prefirió mantener distancia frente al organismo regional. En esa medida, se puede decir que en el anterior gobierno la relación con la UNASUR fue mucho más activa, y síntoma de ello es que dentro del periodo 2010-2018, dos colombianos asumieron la Secretaría General del organismo (de los cuatro que ha tenido en su historia). Además, en su gobierno Santos se apoyó en la UNASUR para gestionar tensiones que en distintos momentos se presentaron con países vecinos, y además, para tratar algunos aspectos relacionados con la negociación del acuerdo de paz con las FARC, entre otros.
Siendo el acuerdo de paz uno de los grandes objetivos del gobierno de Santos, llama la atención que se haya recurrido al organismo, por ejemplo, para ayudar a generar un ambiente de confianza entre las partes negociadoras y los aliados internacionales, o para llevar al escenario internacional discusiones sobre temáticas como la de la lucha contra las drogas ilícitas, que dicho sea de paso, fue un tema álgido de la negociación con las FARC.
Así, la importancia que aparentemente tuvo la UNASUR para cumplir con los objetivos de política interna y externa de Santos, contrasta con el desinterés del gobierno de Iván Duque (2018-2022), y las afirmaciones según las cuales la razón para la salida de Colombia del organismo es su falta de utilidad.