Se ha convertido en algo cotidiano para todos los colombianos el visitar lugares en los que concurra gran cantidad de establecimientos mercantiles, no sólo con el fin de obtener bienes y servicios para el aprovechamiento propio y ajeno, sino además con fines que trascienden el ámbito de lo netamente comercial hacia lo social, transformándose en espacios abiertos al público y dispuestos para el esparcimiento y la recreación familiar. De esta manera, diariamente miles de personas se benefician de la afluencia de ofertas que se presentan en los nuevos desarrollos de tipo inmobiliario, formas que han facilitado no sólo las relaciones entre propietarios de los inmuebles y comerciantes, sino también entre estos últimos y el público en general.