La ausencia de una planificación integral de los sistemas urbanos, entre ellos el sistema de espacio público, de movilidad y de equipamientos, afecta las condiciones de habitabilidad en el espacio público, incentiva la segregación social y acelera la obsolescencia económica, generando un efecto barrera que desarticula las dinámicas urbanas.
Esta realidad es tangible especialmente en zonas cercanas a los corredores principales de movilidad, pues dichos corredores tienden a desligar los tejidos y dinámicas socio- económicas de la ciudad, produciendo condiciones de deterioro en sectores de alto potencial económico.