El antiespecismo como apuesta comenzó a difundirse por varios países del mundo formando poco a poco, incluso en Bogotá, lo que podría ser el inicio de un movimiento antiespecista, poco reconocido en la ciudad, pero que ha convocado a distintas personas que han asumido un rol de activistas, algunos han llegado a formar colectivos que se autodefinen como tal y que se distinguen radicalmente en su ideología de los colectivos de protección animal. Este es un recorrido etnográfico por los distintos activismos que se hacen en Bogotá a favor de la liberación animal no humana.