El artículo trata sobre el origen de la vida conventual femenina en Tunja, en el Nuevo Reino de Granada. Se analizará el interés de sus fundadores por conseguir la “perpetuidad” del mismo, tanto desde la perspectiva religiosa como económica.El convento se destinó para las hijas y nietas de conquistadores y pobladores, y por su condición de precursor pudo obtener una serie de ventajas para consolidarse como institución en la naciente sociedad americana. El objetivo fundamental de este ensayo es analizar cómo una institución religiosa reproduce las formas de vida del conjunto social al que pertenece.