Frente a una sociedad y un panorama cultural siempre más cambiantes y plurales, la teología hoy se ve desafiada a repensarse y sobre todo a reconfigurarse. Para eso, lo más importante consiste en identificar los desafíos, captar su contenido y percibir las posibilidades de interfaz que traen y presentan en relación con la reflexión sobre la revelación y la fe que es la teología. En seguida, se puede y debe destacar qué rasgos o propuestas debería presentar una teología que busque responder a tal estado de cosas, con el fin de no caer en un discurso vacío, sino dar una respuesta consistente a las demandas contemporáneas. Esta es la propuesta del presente artículo.