La casa artivista (activista a través del arte) trans nace de la deuda histórica que tiene la arquitectura frente a poblaciones marginadas al no ser consideradas sujetos de los cuales puede partir el diseño. Por esa razón, el siguiente trabajo de grado es la sumatoria y desarrollo de exploraciones espaciales, artísticas y arquitectónicas que nacen desde analogías del cuerpo, específicamente del cuerpo trans y de trabajadoras sexuales que transitan en lo que hoy en día es el barrio Santafé, mal llamado “zona de tolerancia” que si bien contempla múltiples problemáticas socioculturales, esta pieza fraccionada de ciudad se ha convertido en el escenario que permite la construcción y desenvolvimiento de cuerpos en tránsito, de comunidades autogestionadas como lo es la red comunitaria trans. El carácter inevitable de planes de renovación urbana como la Estación Central amenazan con desintegrar los lazos humanos antes mencionados, razón por la que el siguiente anteproyecto arquitectónico toma aquellas directrices distritales y pretende mitigar sus impactos, como es la gentrificación, encontrando una posibilidad de catarsis en los futuros vestigios de dicha zona, aquellos edificios conservados por su carácter patrimonial.
Tomando la estrategia de re-habitar el patrimonio, se escoge como cuerpo de trabajo el edificio Panauto, ubicado en el cruce entre la calle 26 (avenida El Dorado) y la carrera 14 (avenida Caracas) como aquel punto estratégico para la integración, partiendo desde éste como aquel testigo pétreo que pasa a ser un cuerpo en tránsito e integrador, valiéndose de su esencia de carácter expositiva al ser en sus inicios un concesionario para ahora convertirse en un punto estratégico para la visibilización de la comunidad trans.