Nicolás Gómez Dávila afirma que con respecto a la educación es propio del reaccionario invitar más no educar, especialmente en una democracia. Para ello partimos de la figura filosófica del reaccionario - propia de la filosofía gomezdaviliana - y Sócrates; el puente para establecer dicha conexión son los Diálogos de Platón. De esta manera, usamos la obra escoliar (no aforística) del colombiano como comentarios a los diálogos que siguen la muerte de Sócrates: Fedón, Critón, Apología y Eutifrón. Logrando establecer, por medio de la escritura del texto, la particularidad de la enseñanza reaccionaria.