Por medio de recuerdos, sueños, juegos y experimentos voy abordando lo inquietante del jardín, aquel jardín en el que habito y que me envuelve. Éste jardín inicia en mi patio, pero se extiende hacia el horizonte, hasta las profundidades del cielo y de la tierra. Allí mi cuerpo encuentra nuevos caminos, nuevas preguntas, nuevas formas que lo impulsan a realizar diversas búsquedas, que lo llevan a espacios, lugares y momentos en los que se irán creando pequeños ecosistemas, mundos atravesados por lo natural y lo artificial, lo sensorial y lo fantástico. Se van creando así recorridos por los que busco descifrar cómo expresar lo borroso, aquello que me es susurrado por el cuerpo jardín y que aún no logro comprender.
El cuerpo jardín es fragmentos, es sentimientos, es imágenes y sensaciones.