El artículo describe las nuevas formas de resistencia en las mallas de poder económico y semiótico del devenircapitalista. Imperio, con sus signos globalizados de carácter transfronterizo, ha ido reemplazando los antiguos símbolos de arraigo y pertenencia. Una red transemiótica de conectividad e indiferenciación marcada por el movimiento perpetuo de las significaciones y por la velocidad de los intercambios. Como propuesta, avanza en el concepto de hibridez mediante la problemática de la traducción cultural, que, con el traslado de significados de una cadena de signos a otra, termina produciendo rupturas entre lo global y lo local.