En una encuesta realizada por la autora en el área metropolitana de la ciudad de Lima (Perú), el 37.9% de los encuestados afirmó que los medios de comunicación sirven para informar y el 20.6% que sirven para educar. Estos datos son usados por la autora para reconocer que la relación entre a comunicación y la educación es conflictiva y compleja. Ambos sistemas fueron creados en momentos históricos diferentes y responden a lógicas heterogéneas y por momentos, contradictorias. La relación entre ambos configura una zona de exploración teórica y práctica aún nueva y no suficientemente tratada. Y, sin embargo, entre comunicación y educación hay un espacio común: el del aprendizaje. la autora propone una pedagogía de la comunicación que prepare a las personas en una competencia cultural que no se está asumiendo educativamente. Igualmente, propone la construcción educativa y mediática de la ciudadanía. Finalmente, se dan elementos para construir una mejor articulación entre medios y escuela.