Una cosmogonía para antes de dormir” nace desde la pura emoción, desde la desazón, la felicidad, el amor, el duelo, la catarsis y la tristeza. Se configura desde el dejar ir y no es un intento intelectual por teorizar un algo y hacerlo objeto de estudio de una práctica artística. Este libro es el oficio desde el impulso casi instintivo (en mi caso) de crear para otra persona, para acercarme a ella, para conocerla, para enamorarla, para intentar consolarla, para amarla, para rendirle un tributo, para despedirme de ella, para despedirme de mi mismo, para despedirnos, para volver a conocernos y por último, para dejarnos ir.