La legitimidad con la que se cimienta nuestro derecho a participar de espacios democráticos y legales se sustenta en una idea mucho más arraigada e inconsciente: la identidad nacional. Ser y pertenecer a una nación permite asemejarnos con otros, dotándonos de derechos más o menos iguales, enmarcados en la ciudadanía. Nuestro nacionalismo, sin embargo, es sutil y suele presentarse solo en espacios extraños, ante el desconcierto de no asemejarse a los demás, de no pertenecer. Esta investigación pretende comprender en qué grado se presentan alteraciones que sufren las identidades nacionales cuando los ciudadanos son obligados a abandonar sus países, comparándolos ante quienes escaparon de su hogar, pero no de su país. Se estudia el caso venezolano en comparación con el colombiano, partiendo de un análisis teórico respecto al significado del nacionalismo y las causas del desplazamiento forzado en los países limítrofes. Luego, se procede a cuantificar las características de los ciudadanos para, finalmente, proponer unas conclusiones.