Description
Antecedentes: la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó recientemente la estrategia global hacia la eliminación del cáncer de cuello uterino (CCU), en la que se incluyen como metas, lograr alta cobertura de tamizaje con pruebas altamente sensibles y el tratamiento oportuno de las lesiones cervicales detectadas. América Latina ocupa el segundo lugar en incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino a nivel mundial, lo anterior influenciado por factores socioeconómicos que han mostrado ser determinantes de la enfermedad; estudios previos han descrito el avance de los programas y algunas cifras de cobertura de tamizaje, aunque la información del estado actual de las estrategias de control del CCU en la región es escasa.
Objetivo: describir las estrategias actuales de tamizaje de cáncer de cuello en América Latina, su contexto de implementación, así como definir herramientas para el seguimiento y la evaluación de los programas de tamizaje.
Metodología: se realizó un estudio mixto con dos componentes, en primer lugar, la investigación documental de las recomendaciones oficiales con respecto a los programas de tamizaje vigentes en América Latina, su contexto de implementación, así como las cifras de cobertura de tamizaje de CCU en 19 países de la región. En segundo lugar, se llevó a cabo un consenso de expertos usando metodología Delphi, buscando identificar un conjunto mínimo de indicadores de seguimiento de los programas de tamizaje de CCU aplicado al contexto latinoamericano. Se realizó un análisis estadístico descriptivo y bivariado para comprender la correlación entre variables del contexto de implementación y las tasas de cobertura de tamizaje, incidencia y mortalidad por CCU.
Resultados: América Latina es una región con una amplia variabilidad en la organización de los programas de tamizaje del CCU. Se evidencian diferencias importantes en el contexto de implementación de los programas, la organización de los modelos de cobertura en salud y las cifras de control del cáncer (incidencia y mortalidad por CCU). Se encontró una disminución de la mortalidad por CCU en los últimos 15 años en la mayor parte de países de la región.
Las recomendaciones de tamizaje de CCU entre los países latinoamericanos varían significativamente, con diferentes poblaciones objeto (edad de inicio: 20-35 años; edad de terminación: 54-70 años), intervalos de tamizaje (2-5 años), y con el uso concurrente de diferentes pruebas diagnósticas, usadas en diferentes poblaciones objeto o de forma indistinta en la misma población. Durante la última década más de la mitad de los países han actualizado las recomendaciones de tamizaje; se registra una evolución hacia la introducción de la prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) y el uso de estrategias de ver y tratar; 11 países incluyeron la prueba de detección del VPH como parte de las recomendaciones de tamizaje, usando principalmente la citología como prueba de triaje.
Se encontró una amplia variabilidad en el reporte de las cifras de cobertura de tamizaje a partir de encuestas de demografía y salud. Se recolectaron datos de cobertura de tamizaje con citología cérvico-uterina para 17 países (mujeres entre 15 y 59 años), con una mediana de cobertura de 70,9% y cifras entre 38,7% (México) y 96% (Venezuela); solamente México reportó datos de cobertura incluyendo la prueba de detección del VPH.
Se encontró una correlación significativa entre factores sociodemográficos como el nivel de urbanización, el nivel de ingreso y el índice de desarrollo humano (IDH) ajustado por inequidad, así como el gasto total en salud per cápita, con respecto a las tasas de incidencia por CCU. La tasa de mortalidad por CCU mostró tener correlación con variables contextuales de manera similar a la incidencia y, además, mostró estar influenciada por el índice de cobertura universal en salud. Se registra una diferencia significativa entre las medianas de la tasa de mortalidad entre países con mayor o menor porcentaje de cobertura de tamizaje con citología, con cifras de mortalidad más bajas en países con mayor porcentaje de cobertura de tamizaje.
Finalmente, como resultado del consenso realizado con 13 expertos de la región, se conformó un grupo básico de 9 indicadores de seguimiento de programas de tamizaje y un grupo complementario de 5 indicadores, relacionados con la intensidad del tamizaje, el seguimiento de mujeres positivas, así como indicadores de resultado, de capacidad del sistema y de programas de ver y tratar.
Conclusiones: se evidencia una amplia heterogeneidad entre los países de la región con respecto a las recomendaciones de tamizaje de CCU y el reporte de las cifras de cobertura de tamizaje. La prueba de detección del VPH es una estrategia emergente entre los países de la región, sin embargo, el uso de la citología cérvico-uterina como la prueba primaria de tamizaje es predominante. Gran parte de los países de la región sigue estándares internacionales en sus recomendaciones de tamizaje, sin embargo, en la mayoría de los países no hay guías basadas en evidencia científica disponibles; es evidente la necesidad de estandarizar y mejorar el monitoreo de los programas de tamizaje, así como de implementar estrategias de control de calidad.