En esta investigación se establecen vínculos entre Simone Weil y Walter Benjamin que nos permiten comprender la Europa de entreguerras en que ellos vivían. Establecer una relación entre estos filósofos es complejo por las posturas teológicas desde las que parten, pero aún así su pensamiento se mueve entre la historia y la memoria, el poder y la justicia, la política y la teología.Es a partir de estos temas y de las reflexiones de cada filósofo que, en un diálogo entre ellos, podemos rescatar el punto de vista de los vencidos y desgraciados. Víctimas de la violencia y de la fuerza con que la idea de progreso moderno y sus formas de poder se imponen sobre el individuo. Esta es una justicia que aboga por todos los vencidos en la historia, que a través de la memoria logra devolverles su voz. Es desde el clamor de justicia y de dolor de las víctimas que se revitaliza el debate político y se pueden pensar formas de justicia para todos los que padecen la violencia.