Cada mujer tiene una historia, la de nosotras las gordas incluye presiones y cuestionamientos con relación a la forma de nuestro cuerpo. Lo que conforma una matriz socioemocional cargada de experiencias capaces de transformar la materialidad física del cuerpo a través de procesos corpoemocionales como la frustración, el gozo, la culpa y el orgullo; implícitos en las conductas, valores y formas de aprehender el mundo que son determinantes cuando se trata de construir una identidad femenina. Una problemática que tiene origen en la paulatina consolidación de las representaciones hegemónicas sobre la mujer donde se abarcan patrones de servilidad, heteronormatividad y blanquidad, que incluyen a la delgadez como sinónimos de belleza femenina. Es así como iniciamos un proyecto que pretende hacernos conscientes del funcionamiento de las estructuras de poder ritualizadas, que causan un debilitamiento de los cuerpos/emociones de las mujeres gordas por encontrarse lejos de la normatividad del cuerpo “ideal”, con el fin de abrir algunas grietas emancipatorias para que el proceso de construcción de identidad femenina pueda ser transformado.