Este trabajo consta de dos partes. La primera está dedicada a rastrear la génesis de la sensación del malestar experimentado por el hombre cultural, al que hiciese referencia Freud (1930) en su escrito: El malestar en la cultura. En este, concluye Freud, que dicha sensación es consecuencia de la estructuración psíquica requerida por el individuo, y favorecida culturalmente. La mencionada estructuración hace referencia al desarrollo del yo y el superyó, dos instancias que una vez establecidas interactúan con el Ello, constituyendo al sujeto, y determinando su actuar. Sostiene el autor que, siguiendo el análisis freudiano del malestar, puede concluirse que el individuo crea a la cultura, a la vez, que es creado por esta. En la segunda parte el autor procede a preguntarse si en la actualidad la cultura cumple con el rol subjetivado que otrora cumpliese, pregunta a la que responde negativamente. Sugiere el autor que este hecho tiene como resultado un insuficiente desarrollo, tanto del yo, como del superyó, que conduce a la de subjetivación del sujeto, y a la creación de un ser de-mente incapaz de postergar la satisfacción de sus deseos, de pensar, y de hacer una valoración moral de sus actos. El autor relaciona este resultado con dos aspectos determinantes de la cultura actual: el sistema de capitalismo salvaje y el surgimiento de nuevas tecnologías que hacen innecesaria la capacidad de espera requerida para la génesis del pensamiento. El autor finaliza haciendo referencia a la cultura actual como: el imperio de la miseria de las masas.