El estado-nación surgió de la mano del pensamiento moderno. Quinientos años después acusa factores de crisis que, a su vez, reenvían a una crisis más general que podría abrir puertas hacia espacios institucionalmente inéditos. En los tiempos actuales parece necesario pensar en nuevas formas de organización que recuperen tanto la legitimidad como la gobernanza de la sociedad. En ese proceso la autonomía territorial puede ser una respuesta a la mencionada crisis, y el caso colombiano se constituye en una opción que merece ser estudiada.