Este artículo evalúa la forma en que las instituciones regionales, entendidas como las normas y los órganos institucionales, contribuyen a la formación de identidad colectiva de la Comunidad Andina (CAN). Partiendo de la existencia previa de una identidad andina, basada en elementos históricos y culturales, el artículo toma tres estudios de caso para mostrar los términos en que las instituciones regionales contribuyen a la formación de tres dimensiones de la identidad colectiva en la CAN, a saber, la dimensión cultural, la ideológica y la intergrupal. Este trabajo muestra que aunque las ideas de una identidad colectiva Andina que tienen los funcionarios estatales y los de la Secretaría General Andina (SGA) son muy diversas, la estructura institucional de la CAN proporciona una sólida base para el surgimiento de una identidad colectiva entre los Estados miembros. Tres explicaciones se proporcionan en este sentido: en primer lugar, los beneficios obtenidos de las normas andinas y de los organismos institucionales regionales hacen que los Estados se identifiquen con el proyecto regional y con los demás miembros. En segundo lugar, los organismos regionales proveen espacios para la interacción entre los Estados, donde los funcionarios estatales aprenden unos de otros y se identifican entre ellos. En tercer lugar, la SGA funciona como un agente independiente que ejerce presión sobre los Estados miembros para mantener el ritmo del regionalismo. El artículo sostiene que estas explicaciones dan cuenta de un efecto de "inercia institucional" que ha ayudado a mantener el proyecto regional de la CAN.