Preservando una comunidad cultural (Resguardo indígena de Cota, Cundinamarca)

Abstract

Hace más de 12 años mi familia decide mudarse de Bogotá al municipio de Cota, en estos años siempre me ha llamado la atención la comunidad indígena que vive a los limites municipales con el cerro Majuy, he participado de actividades en este territorio y he podido observar lastimosamente como esta comunidad cada vez es más segregada social, política y económicamente, siendo el territorio que habitan poco propicio para el correcto desarrollo de sus actividades y tradiciones. De esto que he podido observar de primera mano durante años surge mi idea de trabajo de grado, ya que al adquirir y desarrollar habilidades desde mi carrera profesional de arquitectura pude buscar una respuesta que aborde este tema desde el desarrollo de una espacialidad para promover y fortalecer estas tradiciones ancestrales heredadas de nuestros ancestros. La propuesta para este objetivo es un equipamiento cultural-étnico que aborde los objetivos generales y específicos, buscando siempre el bienestar y reconocimiento social de la comunidad. Esta se plantea en una escala municipal en donde se busca interconectar culturalmente las zonas habitadas del resguardo por medio de un eje cultural; también se busca la conectividad de los elementos primordiales para la estructura ecológica principal de la zona como es el río Bogotá y el cerro Majuy, del que es parte importante para la subcuenca de este, interconectándolos con parques y equipamientos ecológicos, como lo es el Bioparque, un lugar que promueve el cuidado y preservación de flora y fauna no solo en el cerro, si no en el municipio. La propuesta espacial puntual se da en un punto clave de la propuesta urbana, en donde cruza el eje cultural de interconexión y queda colindando con quebradas, acueductos y el eje Ambiental propuesto. En este equipamiento se proponen zonas de producción de productos agrícolas clave para la gastronomía, rituales y medicina de la comunidad. En consecuencia, se crean espacios para el procesamiento y preparación de estos productos, que pasan a ser usados en templos y espacios en el equipamiento en actividades tradicionales. Todo esto complementado con la búsqueda de autosuficiencia de la comunidad, no solo creando una seguridad alimentaria en la comunidad, si no el desarrollo de ingresos extra por medio de talleres y rituales que la comunidad está dispuesta a compartir con las personas externas a cambio de un beneficio económico. Esta propuesta enaltece los valores de la comunidad Muisca y crea un foco de reunión e intercambio de cultura el cual aportará para darle la importancia y reconocimiento que nuestros ancestros requieren.