La siguiente ya es seguramente, más que una hipótesis, una evidencia: la idea de que, en el contexto de las transformaciones del imaginario artístico de las últimas décadas y, desde luego, del estatuto mismo de lo real en el mundo de simulación y la mediación de las imágenes, la ficción atraviesa, por lo menos desde fines del siglo XX, un proceso de mutación y re-significación. El concepto de “ficciones en transición”, que en principio propusimos para identificar un conjunto amplio de obras (literarias, teatrales, cinematográficas, visuales) latinoamericanas contemporáneas que participan tanto de la profusa redefinición de los bordes y límites de la ficción como de la creciente visibilización de su originaria ambivalencia como efecto de un extendido retorno de lo real, quizás no nos haya resultado del todo ajustado aunque tuvo igualmente para nosotros la eficacia de orientarnos en un objetivo más amplio y a su vez más ambicioso: explorar y ensayar nuevas herramientas críticas y protocolos teóricos para abordar objetos “fuera de sí” y pensar las condiciones de posibilidad de su emergencia, también para intervenir en los debates en torno de ciertas categorías actualmente en crisis tales como especificidad, autonomía, valor, y hacerlo de manera localizada, desde la producción artística y crítica latinoamericana.