Persiguiendo las rutas de la Tierra, del equilibrio, del tejido y de las raices, la finalidad de este proyecto es crear un círculo de palabra con componentes instalativos y performáticos, para trenzar un camino: una linea de vida. Una fibra que se elonga, un cordón umbilical que se ramifica, un espacio de encuentro que permite la conexión.
Inspirada en las trenzas que fueron usadas por mujeres africanas esclavizadas para trazar las rutas de liberación, hoy soy yo quien trenzo mi propia liberación: un camino que no sólo nos lleva a un lugar, sino que es el lugar.
Hoy quiero ser una mujer que fabrica sus cosas, teje sus ideales, persigue sus emociones y construye su recorrido. Una persona que transita una ruta donde la brújula es el corazón, donde las manos crean, los pies conducen y los brazos se abren para dar y recibir.