Partiendo del duelo por mi padre fallecido hace 16 años, busco materializar el desgaste de mis recuerdos, cómo cada vez son más escasos y cada vez él me resulta más lejano, casi un extraño. De manera que al evocar lo que queda de él en mi, no sólo me encuentro con aquellas memorias que se me escapan de las manos, sino también con la construcción de lo femenino, el cuidado y las maneras en que mi mamá, mi hermana y yo nos relacionamos entre nosotras. Cuido de plantas que interactúan con las cerámicas que dotan de entidad física tanto mis recuerdos como mis reflexiones.