El presente trabajo aborda desde una perspectiva de los derechos humanos, el debate que desde distintos sectores se ha generado frente a la discapacidad y el derecho a la salud. Una aproximación en ese sentido sugiere que el acceso a servicios adecuados en salud constituye una garantía a los derechos a la vida e integridad personal. Sin embargo, ese mismo esquema protege la autonomía e igualdad de las personas en condición de discapacidad. Con el fin de armonizar estas premisas, este trabajo busca replantear las estructuras normativas que posibilitan la realización de intervenciones médicas a personas con discapacidades mentales prescindiendo de su consentimiento directo.