dc.description.abstract | En el Parménides de Platón el joven Sócrates afirma que no se asombraría si alguien
demostrara que el ser humano es una mezcla paradójica de lo Uno y lo múltiple, «lo
que sí le asombraría es que la Idea fuera Una y múltiple al mismo tiempo» (129a-e).
Acerca de esto último, se ha escrito bastante, ya a favor, ya en contra de la mezcla
de multiplicidad y unidad en la Idea. No obstante, en este trabajo se indaga aquello
que «no le sorprende a Sócrates»: la mezcla intermedia entre lo Uno y lo múltiple en
aquella unidad de lo que nace y muere, en el ser humano. En mi opinión, en los
diálogos no solo se acepta que el ser humano es el producto de una mezcla
paradójica, sino que se considera que este tipo de mezcla es buena, y este beneficio
está dado por la presencia (parousía) y comunicación del Bien en el mundo en una
mezcla armónica de lo limitado (péras) y lo ilimitado (ápeiron). Dicho de otro modo,
la mezcla paradójica de lo Uno y lo múltiple es buena gracias a la armonía que impone
la mezcla no paradójica del límite con lo ilimitado. Esta indagación se puede resumir
como un pequeño vistazo a diferentes mezclas presentes en los diálogos a través del
lente del Filebo. | spa |