El proyecto busca generar una mirada crítica a la manera en la que estamos habitando las ciudades hoy en día, puesto que es una realidad que la biocapacidad del planeta está siendo superada por la huella ecológica que genera la población mundial actualmente. Este proyecto surge a partir de la preocupación acerca del consumismo lineal, mientras que existen otras formas de habitar. El proyecto se fundamenta en la permacultura y sus principios de diseño, para que un territorio sea ecológicamente correspondido y eco-nómicamente posible, en donde primen las necesidades fundamentales de las personas sin poner en riesgo las necesidades de las futuras generaciones.
El proyecto se ubica en la localidad de Kennedy, en la fábrica de Bavaria donde se va a desarrollar el plan parcial Bavaria Fabrica. Se escogió este lugar porque es una oportunidad de mostrar la otra cara de la moneda de como habitar un lugar, ya que la propuesta es en sí una contrapropuesta de lo que se está construyendo actualmente en la ciudad y en el país, y que se replica a nivel global sin importar el contexto territorial y ambiental.
La propuesta cuestiona los modelos preestablecidos de vivienda tipificada que generan rentabilidad, pero que no producen condiciones favorables de vida para las personas que van a habitar el territorio, debido a que se construye una vivienda muy reducida que limita las capacidades de las personas sin adaptarse a sus necesidades, y restringe las posibilidades de disfrute y relación.