El proyecto nace de comprender la segregación de la mujer y las minorías de género en el espacio público, esta segregación se ve reflejada en las cifras de violencia y acoso en el entorno de las estaciones de Transmilenio, cuyo caso de estudio se evidencia con mayor fuerza en el sector de Patio bonito y Corabastos.
Para abordar el problema se propone una intervención urbana que propone ampliar el espacio público y crear un nuevo hecho urbano teniendo en cuenta el papel de la mujer en la cadena agroalimentaria, el ecofeminismo y los roles de cuidado.