dc.description.abstract | La contraposición de las visiones en el modelo de desarrollo del país, ligado a los intereses particulares del sector privado y del mismo Estado colombiano, han desatado una conflictividad con aquellos que ancestralmente han habitado terrenos que hoy en día se concesionan para la construcción de megaproyectos que buscan la mercantilización de los recursos naturales. Esta visión, desconoce cosmovisiones propias de los pueblos indígenas que han habitado durante siglos territorios y han desarrollado una manera particular de relacionarse con el mismo.
Tal es el caso que toma lugar en la Sierra Nevada de Santa Marta; sistema montañoso de alta importancia ambiental y ecosistémica para el país, en el cual convergen diferentes intereses económicos que se contraponen con la visión de los pueblos indígenas kogui, arhuaco, wiwa y kanuamo quienes conciben en este su territorio ancestral, denominado la Línea Negra -seshiza-.
La Línea Negra es un sistema de sitios sagrados compuesto por ríos, montañas, lagunas, cerros, piedras, madres viejas, entre otros, que se encuentran interconectados entre sí y que son cuidados por los sacerdotes tradicionales (mamas) a través de la realización de rituales específicos que se conocen como pagamentos, en procura del cuidado y equilibrio entre la naturaleza y los hombres.
A través del método etnográfico, el presente documento pretende mostrar cómo se desarrolla una negociación intercultural entre los pueblos indígenas kogui, arhuaco, wiwa y kankuamo y las entidades nacionales gubernamentales, en el marco de la delimitación de su territorio ancestral y del reconocimiento de algunos derechos asociados al mismo. | spa |