El ejercicio del control persiste a través de las épocas, y los comportamientos sociales del colectivo continúan adecuándose a éste como una forma de pertenecer a un estatus quo que, a la mejor manera de la caza de brujas, persigue lo anormal y lo destruye. Los conceptos de naturalidad y normalidad han sido utilizados para excluir cualquier comportamiento disidente del orden establecido de los roles de género y la identidad del nosotros respecto al otro. En el presente documento, se busca la exploración de las categorías de normal y anormal. Se pretende también hacer un análisis de las relaciones entre el individuo y el colectivo y cómo éstas moldean la percepción de sí mismo y las conductas conformistas, transgresoras o autodestructivas que adopta en su relación con el otro y los ideales de conducta. Se pretende, entonces, no proponer una solución sino mostrar una problemática que nos afecta como seres humanos y que desmonta el mito del progreso y la liberación sexual. Así mismo, el mostrar esta alteridad histórica pretende ayudar a construir una versión que sirve como alternativa a la oficial.