Es bien sabido que la crisis medioambiental es un tema que ha ganado relevancia durante las últimas décadas en la Agenda internacional, ya que poco a poco el humano se ha dado cuenta que el modelo económico basado en el consumismo y el crecimiento económico, se ha perpetuado a costa de recursos naturales que son vitales para la permanencia a largo plazo del planeta tierra y de los humanos en ella. Debido a esta importancia relativamente reciente, han surgido diferentes iniciativas en el sistema internacional que buscan afrontar los retos generados por esta constante degradación medioambiental, siendo la Agenda 2030 una de las estrategias con más peso y alcance internacional, donde diferentes Estados, Colombia incluida, han adquirido diferentes compromisos dirigidos a la mitigación del impacto medioambiental generado por las diferentes actividades humanas.
Alineadas con estas iniciativas, las diferentes empresas han tenido que llevar a cabo diferentes estrategias para adaptarse a un consumidor mucho más consciente y a una sociedad que parece exigir que las empresas lleven a cabo operaciones más amigables con el medioambiente. Sin embargo, la naturaleza de ciertas industrias parece ir en contravía con estas ideas, como lo puede ser la minero-energética, cuya naturaleza extractiva deja una huella masiva en las zonas donde se lleva a cabo.
No obstante, como consumidores somos susceptibles a caer en engaños provenientes tanto de las empresas como de los Estados en sí, pues en su afán por demostrar su responsabilidad medioambiental pueden adquirir compromisos que no se traducen en acciones concretas que realmente apoyen tales iniciativas. De tal manera, este trabajo busca analizar qué tan alineadas están las acciones de la industria minero-energética en Colombia con los compromisos adquiridos por el país en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Tal objetivo se realizará mediante un estudio documental, con base en fuentes secundarias tales como documentos oficiales del gobierno que reflejen la postura que se ha adoptado en materia de los ODS, así como informes publicados por las empresas relacionados a sus prácticas de sostenibilidad y campañas de responsabilidad social empresarial, con el fin de contrastarlos con diferentes fuentes de prensa que aborden temas relacionados con el impacto, positivo y/o negativo, de las empresas minero-energéticas en el país