Si bien el estatuto del pensamiento comunicacional sigue profundamente indeciso, por cuanto es "organizador" de prácticas a la vez cinetíficas, refleximas y profesionales, al desarrollar aquí las diferentes etapas atravesadas desde hace cincuenta años, se trata, sobre todo, de marcar el acento en su facultad de integrar problemáticas provenientes de corrientes teóricas diferentes.