La función económica de gran relieve que cumple el seguro tanto a nivel nacional como internacional coloca en sitio de preponderancia a este tipo de contrato comercial demandando cada día mayores progresos dentro de sus coberturas y exigiendo cada vez más técnicamente la comprensión de vastos sectores propios de la actividad económica de una nación. El seguro protege de muy diversas maneras y con muy distintas facetas el patrimonio de las personas individuales y el patrimonio industrial y comercial de cada país, vinculándose en veces a pulverizar los riesgos propios de las cosas en sí mismas consideradas y en otras asumiendo los heterogéneos que afectan a un conjunto patrimonial, provengan éstos de hechos de la naturaleza o tengan su causa en el proceder de una o más personas o incluso en circunstancias distintas que excluyen los conceptos anteriores.