dc.description.abstract | La Sociología encuentra en la vivienda un espacio fértil para establecer análisis profundos y multivariados estableciendo la relación del hombre en sociedad con su espacio y sus producciones simbólicas. No solo nos estamos refiriendo a una abstracción analítica que cumple con las características morfológicas y metodológicas para ser aplicada a cualquiera de las realidades sociales contemporáneas, también nos referimos a una problemática fundada en el desarrollo mismo de la sociedad entendiendo como punto de inicio la necesidad biológica de resguardo o protección. Nuestro hábitat, pensado y construido de forma paralela con la historia moderna ha sufrido y sufre transformaciones a todos los niveles de profundidad, que son descriptores por excelencia de realidades sociales, sistemas políticos, económicos y también pasados y presentes culturales. Desde una de las variadas perspectivas del estudio de la sociedad, la vivienda ,considero, es un escenario por excelencia donde confluyen los insumos sociales necesarios para establecer las interpretaciones de mayor validez de la vida en sociedad, no solo contamos con el componente histórico estructural, con el presente descrito en todas las dimensiones tanto del habitar como del residir, sino también con la posibilidad de construir el uso del espacio a través de la unidad social primaria, la familia y su apropiación del mismo. Mi propuesta, es una crítica a las condiciones habitacionales que se establecen en dos escenarios divergentes desde muchos puntos de vista, pero convergentes en algunos otros, la vivienda gestionada por sus habitantes a través de una relación autónoma con el territorio, y la vivienda como resultado de la gestión institucional para la solución de una problemática histórica de déficit, con el objetivo de demostrar las falencias históricas en la concepción de una necesidad de primer orden en un presente que busca reordenar la vida en la ciudad a partir de objetivos globales como la igualdad y la vida digna. De entrada nos encontramos frente al problema epistemológico que ofrece la subjetividad de los conceptos dignidad e igualdad, pero considero que el análisis multidimensional que compone la visión sociológica de la vivienda, puede brindar las herramientas suficientes para establecer parámetros objetivos que en conclusión derivan de la interpretación y la proyección individual de la vida misma, y también considero que ahí es donde realmente se encuentra la debilidad más grande en la concepción de la problemática habitacional que vivimos en nuestros días. No aseguro sin embargo, que esté totalmente errada la interpretación de la vivienda en la actualidad, sino que está incompleta, y esto se traduce en las dificultades superables para la generación de dinámicas que se traduzcan en el acercamiento a la superación de la segregación y el inconformismo de nuestro escenario urbano actual. Si bien, muchas de las debilidades ya están identificadas como las materiales, económicas y estructurales, muchas otras no se han logrado interpretar debido a que merecen una interpretación desde otros puntos de vista, y es en este momento del análisis donde proponemos vincular a las familias, las comunidades, los barrios y las localidades con la gestión misma del territorio, necesariamente partiendo de sus construcciones simbólicas y sus constituciones culturales ya sean heredadas o establecidas. Es evidente que las limitaciones de esta propuesta se traducen en la no determinación última del concepto de vivienda y la forma más eficiente de construcción de dignidad a partir de la misma. | spa |