El tráfico ilegal de fauna silvestre (TIFS) opera a nivel mundial. Es el negocio ilícito más rentable, después del tráfico de drogas y de armas, tasado en billones de dólares, sin embargo, es ignorado por naciones, y cuerpos policiales y civiles. Hay terroristas y grupos criminales liderando muchas de las operaciones del TIFS. Debido a su rentabilidad, esta industria no monitoreada continúa creciendo, contribuyendo a la acumulación de impactos sobre las especies y su entorno.