La administración pública diariamente se enfrenta a nuevos retos y problemas cada vez más complejos, entre otros, la transparencia, la eficacia en sus intervenciones, su legitimidad, etcétera, obligándola a construir nuevas oportunidades y estrategias para brindar respuestas rápidas, eficaces y de calidad a las necesidades que se presentan en la cotidianidad. Y es que de ninguna manera puede parecer menor la preocupación que le surge a los gestores públicos, sobre todo en gobiernos locales la legitimidad que tienen sus acciones en el desarrollo de los mandatos, ya que tiene doble reto, el responder de manera técnica en el alcance de sus metas y objetivos así como mantener la cohesión y respaldo de los actores sociales y políticos en su territorio. Por ello, uno de los mayores retos, es el rol que juega la ciudadanía como parte directa en la construcción de políticas, programas y proyectos, para así empoderarlos de las actuaciones públicas construyendo soluciones adecuadas, de allí la importancia de innovar en acciones que permitan la construcción colectiva de estrategias de manera coordinada y cooperativa, donde no solo es necesaria la participación y corresponsabilidad de los ciudadanos, sino de otras instituciones que pueden brindar esfuerzos, conocimiento y recursos para construir mejores políticas y así mismo una mejor respuesta a las demandas sociales.