San Gil es un satélite agrícola en la zona sur de Santander, porque no solo es un paso obligado entre nodos nacionales con gran atractivo turístico, y una población flotante que duplica su población local, sino que también conecta y reúne todos los productos agrícolas de su extensa área rural y los municipios en la región.
Tanto potencial se ve frenado por la obsolescencia de su infraestructura, dónde la incompatibilidad de usos producto de un desarrollo no planificado se replica en los puntos de mayor actividad productiva perdiendo esta capacidad, algo que no puede resolverse con una intervención puntual ya que puede seguir replicándose y requiere de una intervención sistemática que reorganice su funcionamiento en una etapa temprana en la evolución de los centros urbanos.
El proyecto busca retornar a San Gil el valor y la capacidad productiva que tiene tanto en su área urbana y sus conexiones con la región como también su extensa área rural reubicando algunos de sus servicios más importantes y a su vez potenciar el carácter turístico y reorganizar su estructura urbana; no solo para garantizar su funcionamiento sino también para generar nuevas centralidades y ubicar estratégicamente un nodo que agrupe los servicios que hacen competente al municipio, mediante el aprovechamiento de los recursos locales con el fin de suplir el déficit de abastecimiento presente y explotar la relación regional directa con una ubicación estratégica a fin de potenciar la competitividad del municipio y minimizar el impacto negativo al entorno ambiental y urbano.
Por estas razones, es necesario planificar el proyecto como un dispositivo urbano-rural fortaleciendo las prácticas tradicionales en la región y encontrar productos cultivados en el municipio y sus alrededores posicionando al San Gil competitivamente a escala regional y nacional.