Es sintomático de los tiempos que vivimos que este Encuentro Académico esté dedicado al comunicador en el siglo XXI. Las reflexiones y encuentros que se hacen por estos años en América Latina, todas van encaminadas a la pregunta por el futuro y las mejores maneras de enfrentarlo. Y es curioso que la postmodernidad no se plantee, ni se conciba como un tiempo nuevo, sino como la rescritura de la modernidad. Es curioso, decimos, porque las propuestas postmodernas no se plantean los retos del próximo milenio, sino que pretenden hacer conciente el siglo veinte. Tal vez la pregunta por el futuro inmediato es una necesidad de nuestro continente, porque la historia ha callado quinientos años de exclusión y el futuro hace pensar que tal vez tendremos la posibilidad de decirlo. No es propiamente en esta perspectiva futurológica que queremos inscribir nuestra reflexión sobre el concepto de profesión en la comunicación. Queremos mejor, ubicarnos en este momento ambiguo que vivimos en América Latina entre postmodernidad y modernidad. Queremos ser postmodernos sin haber sido modernos, esa es la problemática. Y ya no tuvimos la posibilidad de ser modernos. Precisamente el concepto de moderno de profesión nunca lo hemos tenido. Hemos acéptalo los progresos de las nuevas tecnologías en la producción de comunicación, pero no ha sido mucho lo que a nivel social y cultural ha evolucionado el concepto de profesional de la comunicación. Es más, sigue careciendo de una legitimación social y cultural. Jesús Martin traza un recorrido histórico sobre la profesión de comunicador en investigador, ni un creador, ni un inventor?. Es solamente un intermediario asalariado, y no hay que olvidar que una de las claves de la ausencia de legitimación del comunicador es que es un asalariado. Aquí hay una razón profunda de deslegitimación cultural. Porque los verdaderos productores de la cultura son gente autónoma, desde el bohemio romántico del siglo XIX hasta la bohemia menos romántica del País de los 50, hasta el intelectual independiente de nuestros días.