dc.description.abstract | Actualmente se usan en las redes sociales varios tipos de herramientas comunicativas entre ellos los memes humorísticos. A estos no se les ha prestado la atención académica que ameritan, a pesar de que se han usado tanto para hacer chistes inocuos como para esparcir odio e incluso para propulsar campañas políticas y hasta transmitir desinformación y fake news, todo apelando a defensas superficiales de la libertad de expresión.
Ante este panorama cabe preguntarse si ¿hay casos en los cuales los daños que causa un meme humorístico pueden justificar alguna intervención social sobre la conducta individual? Cualquier postura con respecto a la libertad de expresión, exceptuando una absolutista, estaría de acuerdo. En efecto, al vivir en sociedad debemos tratar de respetar y ser respetados, lo cual implica limitar nuestras conductas individuales. Esto no implica que se restringa toda espontaneidad individual. De hecho, si esto llegara a ocurrir, la sociedad dejaría de innovar y mejorar en todo sentido. De manera que es necesario establecer alguna forma razonable de evaluar esas herramientas comunicativas tan usadas como los memes que no transgreda demasiado la esfera de la libertad individual, pero que permita sancionar apropiadamente de alguna manera manifestaciones de la libertad de expresión inapropiadas. No obstante, este tipo de evaluaciones son pocas y no satisfactorias.
De ahí que este trabajo propone una forma de llevar a cabo tal evaluación a partir de las ideas de uno de los más grandes y reconocidos defensores de la libertad de expresión y de la libertad en general como lo fue y sigue siendo John Stuart Mill, al igual que hacer un estudio académico concerniente al fenómeno de los memes de Internet.
Palabras clave: evaluación moral, libertad de expresión, principio del daño, criterios del daño, utilitarismo. | spa |