Esta investigación evalúa si el cambio regulatorio en la fijación de la tasa de usura aplicable al microcrédito corresponde a un desarrollo adecuado del mandato constitucional de la democratización del crédito. Para ello parte de la interpretación de dicho mandato, analiza el sustento que justifica la adopción del cambio normativo sobre la usura aplicable al microcrédito y evalúa el impacto derivado de dicho cambio. Encuentra que la democratización se fundamenta en el endeudamiento como instrumento para mejorar el bienestar de los deudores, por tanto, el acceso a la financiación es relevante, pero aún más, que las condiciones de otorgamiento permitan satisfacer la necesidad subyacente que motiva la operación y produzcan un efecto positivo en los tomadores. En tal virtud, el cambio regulatorio que modifica la tasa de usura aplicable al microcrédito no implementa el citado mandato. La aproximación al microcrédito que fundamenta el aumento en la usura está formulada en clave de los prestamistas, utilizando un modelo de microcrédito financiero que enfatiza la bancarización sin considerar el bienestar. Aunado a esto, el mencionado cambio no genera mayor inclusión financiera y aumenta las tasas de interés. Esto justifica la adopción de la perspectiva de la demanda como mecanismo que privilegia los efectos en los deudores al estudiar, formular y evaluar regulación crediticia.