El desarrollo industrial e incremento poblacional han llevado a un deterioro ambiental, escasez de agua potable y aumento de las enfermedades diarreicas asociadas al consumo de agua contaminada. Tratar aguas residuales es importante y necesario para garantizar su disponibilidad a largo plazo y permitir su reutilización en todos los sistemas. Una de las etapas del tratamiento de aguas residuales es la clarificación, conformada por diferentes procesos, entre ellos el de coagulación-floculación, donde generalmente se utilizan floculantes de origen químico posiblemente asociados a enfermedades neurodegenerativas. Por el contrario los floculantes naturales a base de taninos generalmente se consideran seguros, libres de tóxicos y ecológicos.