El artículo propone, apoyado en tres conceptos psicológicos claves: el aprendizaje, la cultura y la significación, proveer de una base conceptual necesaria para comprender el desarrollo de las organizaciones en los contextos de competitividad actual y de temporalidad en las relaciones con las personas que trabajan en ellas. Las organizaciones inmersas en un contexto de valores, necesidades y símbolos interligados constituyentes de su cultura deben evolucionar frente a la demanda de desarrollos y cambios a que están sometida. El concepto de significación de la cultura se presenta como base sobre la cual se construyen y amplían los aprendizajes organizacionales en un sentido tanto técnico como social. Éstos constituyen las formas como la organización resuelve las demandas provenientes del medio y ante las cuales debe generar conocimientos y, por ende, productos y servicios novedosos, y genera comportamientos acordes en las personas de su organización. El tercer aspecto considerado son las personas constituyentes y constitutivas de la organización que, en las condiciones de cohesión temporal y de redes de trabajo volátiles, deben obtener resultados y ajustarse a estas nuevas realidades laborales y organizacionales, desarrollando su autogestión y autonomía para significar y encajar en esta trama cultural.